domingo, 13 de noviembre de 2016

Sendero Collado Madera, Piedra Lisa y Cañada de Pliego (Ricote)

A menudo me resulta muy difícil elegir qué excursión va a ser la próxima que voy a realizar. Entre las numerosas guías por diversas comarcas, municipios y/o sierras debo hacer una criba previa, descartar dolorosamente todas excepto una, de la que acabaré seleccionando la escogida.
Doble casa forestal de Cuesta Alta
Teniendo en cuenta que desde febrero no venía a la zona, decidí volver a la Sierra de Ricote, y en menos de una semana hice, en dos salidas, tres de las rutas que componen el libro 'Rutas por las Sierras de Ricote y del Oro', firmado por Héctor Manuel Quijada Guillamón y Jesús Castaño Molina, editado por Natursport en 2014. Debo detenerme en esta publicación por el riquísimo contenido de la misma, no sólo por las rutas propuestas (hasta 17, nada menos), sino por los trabajos de documentación que la completan: entorno natural, medio físico, flora, fauna, historia, etc. Aquí se habla con veneración de estas sierras hermanas.
Así que el 2 de noviembre cogí el coche y a las 6 de la mañana puse rumbo al punto de inicio. Las elegidas fueron dos rutas: la número 4 ('Por el sendero del Collado de la Madera y la Cañada de Pliego') y la 3 ('Paseo por la Peña Lisa y la cabecera del Ambroz'). En total unos 25 kilómetros para una mañana de vacaciones muy gratificante.
El 75% del recorrido pisa el PR-MU 47 y el PR-MU 47.1 Sendero del Collado de la Madera, que ya conocía. Esto no restaba ilusión, pues hacía ya 3 años y la recordaba muy bonita.
Me encanta comenzar a caminar cuando rompe el alba. Sobre las 7:30 aparqué junto a una casa, muy cerca de la vieja casa forestal de Cuesta Alta, donde empieza el PR. El inicio es una leve ascensión por sendero que muy pronto sale del bosque cerrado para elevarnos a través de un cómodo piso de mampostería con unos balcones que ofrecen un paisaje soberbio: la Sierra del Oro en primer término, dorada con los primeros rayos de sol; a su izquierda se abre y profundiza casi sin límites: el Almorchón, las sierras de la Palera y el Molino, Calasparra, Moratalla, Cehegín... Todo queda a nuestro alcance visual. Entonces me acuerdo: ¡Joder, he vuelto a olvidar los prismáticos en casa!
Bruma y montañas en el Valle de Ricote
Ganamos altitud progresivamente y sin esfuerzo. Bordeamos un cabezo del que llama la atención la vieja caseta que lo corona y que aparece topografiado en el mapa como una antigua garita de vigilancia.
Llegamos a una bifurcación, girando a la izquierda (en unas horas regresaremos por la que sale a la derecha). Aquí se pronuncia la subida, aunque es un tramo corto. Pronto alcanzamos el Collado de la Madera y la senda pasa por un pasillo entre rocas, a modo de puerta, pues rebasadas éstas, cambiamos de vertiente y, a nuestra izquierda, una hermosa visión de diversas cumbres en el Valle de Ricote alegran el alma. La bruma y la luz de un astro aún bajo otorgan a la escena una impagable sensación onírica.
Empieza el descenso. Al frente destaca la pared de Piedra Lisa, a la que la senda parece apuntar directamente. De nuevo nos internamos en una zona de bosque. La humedad confiere a la vegetación y al suelo tonos oscuros. Seguimos bajando hasta casi hundirnos en la base misma de esta parte de la sierra.
En el punto en el que el PR gira a la derecha y hacia arriba es donde conectamos la otra ruta de hoy: 'Paseo por Peña Lisa y cabecera del Ambroz'. Para ello seguimos la dirección que traíamos, bajando a las profundidades del sendero. Es éste un lugar precioso, con una buena perspectiva de Peña Lisa. La senda, después de zigzaguear brevemente, gira a la izquierda para salir a la pista forestal que viene de la carretera y que lleva al repetidor de televisión de Los Almeces, cumbre de la Sierra de Ricote. Ya incorporados al ancho camino (PR-MU 10 Barranco del Pozo) lo acompañamos por un kilómetro y medio aproximadamente, pasando bajo la imponente pared de Piedra Lisa (zona de escalada). Más arriba recuperamos el trazado y la ruta principal de hoy.
Piedra Lisa desde la pista forestal
Algo más adelante llegamos al Collado Linuesa, un cruce de caminos donde abandonaremos el PR-MU 47 y PR-MU 47.1 por un buen rato. A la izquierda se sube, por asfalto, al pico de Los Almeces; recto, tras un aljibe, va el PR; a la izquierda baja la pista forestal que traemos, por donde habremos de continuar, pero vamos a desviarnos por un camino que asciende a la derecha y, en unos 700 metros, nos sube a la garita forestal de vigilancia de incendios. Nunca había subido, y las vistas desde allá arriba son inconmensurables. En realidad se ve la misma vertiente que cuando empezamos la ruta, pero sin nada que nos entorpezca la visión: el Noroeste con todas sus cadenas montañosas al fondo y a nuestros pies los Llanos del Cagitán de Mula, extensísimos campos de cultivo cuya visión en Primavera debe sobrecoger los sentidos.
Vistas de los Llanos del Cagitán y Noroeste, desde la garita
Tras la parada para la contemplación, la reposición de fuerzas y el descanso retrocedo hasta volver al collado. Espera un buen tramo de pista forestal hasta el Collado del Moro, donde seguimos a la derecha otros 2 kilómetros hasta el Puerto del Caballo. Alcanzado un aljibe viene una curva a la derecha y de ella sale, también a la derecha, un caminito que baja a las entrañas del bosque. Es la Cañada de Pliego, muy divertida de transitar. No hay pérdida para seguirla durante unos 3 kilómetros hasta desembocar en un camino, tomarlo a la derecha para ascender en unos metros y retomar el PR-MU 47.1.
Sólo queda seguirlo unos cuantos kilómetros hasta desembocar en la bifurcación citada más arriba. En este trayecto predomina el camino ancho, siendo la parte menos vistosa de la jornada, si bien no carece de interés, dado que pasamos por la línea fronteriza entre monte y campos de cultivo, almendros, etc. Casi llegando al coche, tras una curva, unos muflones salen huyendo al sentir mi presencia. Sólo he dispuesto de unos segundos para verlos, pero siempre es un placer hacerlo, y es la primera vez que me encuentro con ellos en esta sierra.
En diez minutos llegaré al coche, plenamente satisfecho de la jornada de hoy.

FICHA TÉCNICA:
FECHA REALIZACIÓN: 2 de noviembre de 2016.
RECORRIDO: Casa forestal Cuesta Alta-Sendero del Collado de la Madera-Piedra Lisa-Garita de vigilancia-Collado Linuesa-Collado del Moro-Puerto del Caballo-Cañada de Pliego-Las Majadas-Camino del Lentiscar-Umbría de Peña Negra (circular).
DISTANCIA TOTAL: 25 kilómetros (aprox.).
TIEMPO: 4'5 horas.
DESNIVEL: 800 m. (aprox.).
DIFICULTAD: Baja.
INTERESANTE: La ruinosa pero elegante casa forestal de Cuesta Alta; el sendero del Collado de la Madera, tanto por sus tramos de bosque como por las vistas que ofrece; Piedra Lisa; las grandiosas vistas desde la garita de vigilancia; el camino por la Cañada de Pliego.
RECOMENDACIONES: Llevar agua y algo de comida (fruta, frutos secos, barritas o un bocadillo). Evitar los meses de mayor insolación.
MÁS INFORMACIÓN: Natursport (tienda online)aquí tenéis en pdf varias de las rutas que aparecen en el libro. La que reseñamos en este post está entre las páginas 31 a 33.

Aljibe en el Puerto del Caballo
Otoño
Sendero bajo la pared de Piedra Lisa

martes, 8 de noviembre de 2016

Gran ruta del río Segura. Etapa 1: Pontones-La Toba.

Chopos a la salida de Pontones
Lo primero que encuentro al dejar atrás el área recreativa junto al nacimiento es una granja. La sombra de los árboles pronto cederá al sol del claro por el que ahora baja el cómodo camino. Fuente Segura de Arriba, Pontón Alto y Pontones se van sucediendo a mi paso.
A la salida de este último bajo por un camino de tierra que va a ser la guía durante unos kilómetros. El amarillo intenso de los chopos es de una belleza casi lujuriosa. El otoño resplandece bajo el imperio de un sol soberano, secundado por un cielo admirablemente azulado.
El río, joven y humilde, empieza a cobrar cierta fuerza y uno se siente abrumado ente la contemplación de la magnificencia del paisaje que aparece a cada nueva curva: oquedades en las rocas, elevaciones montañosas que me empequeñecen aquí abajo, una frondosidad arbórea que destaca en las vertientes umbrosas... Todo esplende sin rubor.
Cueva del Agua
Alcanzamos el Cortijo del Masegoso, desde donde tomamos una senda. Éste era uno de los puntos delicados de la primera etapa, dado que en las dos guías que llevaba la describen como desdibujada al principio, advirtiendo de no confundirla con una bien definida que aparecía unos metros antes. Pues bien, sólo localicé un sendero perfectamente visible, de manera que creí que iba mal y, en mi afán de dar con el camino correcto ascendí hasta la meseta de ese alto cabezo.
Ver ciervos y buitres a corta distancia compensó el esfuerzo extra; al fin, persuadido de mi mala interpretación de las indicaciones, descendí con la intención de seguir la senda que creía errónea y que resultó ser la debida.
Alcanzamos un collado desde donde veremos en la lejanía, al otro lado del río, plantada sobre altas paredes, la aldea de Poyotello, que nos invita a visitarla desde su aislada y vistosa ubicación. El sendero baja larga y decididamente hasta que acompaña al Arroyo del Palancar, que vadearemos más adelante, justo antes de cruzar el río Segura por primera vez, junto al Charco del Humo.
Desfiladero por el que llegaremos a Huelga Utrera
Desde la salida de Pontones vemos señales blanquiamarillas del PR-A 195. Aquí sale una derivación que sube a Poyotello pasando por la Cueva del Agua, a la que me acerco en menos de 10 minutos. Merece la pena visitar esta enorme cavidad que sirvió de refugio y abrevadero a cientos de cabezas de ganado.
De vuelta a la bifurcación me encamino hacia Huelga Utrera por un hermoso sendero bajo inmensas y verticales paredes. Son más de las dos de la tarde y decido parar a comer y descansar. Primer contratiempo: el camping gas tiene una pérdida de gas que hace prohibitivo su uso. Adiós a la sopa caliente, tendré que conformarme con pasas y anacardos.
Unos minutos y retomo la marcha para afrontar la rampa de ascenso a un mirador que regala unas vistas impresionantes de los profundos desfiladeros por los que viene el río. Tras el éxtasis visual que nos ofrece el Oeste, por donde venimos, cruzamos la vertiente de la sierra para maravillarnos con la panorámica de lo que queda por andar.
Una fuerte bajada con algún que otro pequeño salto (nada complicado) nos hunde en pocos minutos al nivel del agua. Desde aquí hasta Huelga Utrera el paseo es muy cómodo, la senda se convertirá en camino y en menos de una hora alcanzamos la pequeña población (no creo que haya más de 25 viviendas). Aquí recibe el Segura su primer aporte por la margen izquierda: se trata del río Madera.
Corriente de agua en La Toba
Desde este punto hasta que salga de Letur, tres días después, vamos a transitar por asfalto (excepto el tramo de llegada a Yeste). En lo que se refiere a hoy, restan unos 9 kilómetros hasta La Toba, pequeña población en la que tengo previsto acabar la etapa.
La carretera apenas tiene tráfico, pero no deja de ser una carretera, y esa monotonía aburre mucho, por más que vayamos siguiendo fielmente al río.
La idea es acampar, y dos o tres kilómetros antes de llegar a La Toba hay un área de acampada espectacular. De no haber tenido roto el camping gas hubiera pernoctado aquí, pero no he comido. Poco después llego al poblado, donde me como un ajopringue y un plato de jamón y queso que me resucitan.
La Toba está plantada en varias alturas, como las plantaciones en terrazas. No puedes ir de una casa a otra sin subir o bajar pendientes. Una caída de agua baja violentamente por una canalización escalonada que pone música al lugar y que alimenta los antiguos lavaderos, en el sector bajo de la aldea. Todo el lugar es encantador, incluso la tosquedad de sus habitantes, propia de las gentes de campo y montaña.
Pero es hora de salir de aquí para buscar un buen lugar donde plantar la tienda. De vuelta a la carretera, a trescientos metros, están las Casicas del Río Segura. Poco más adelante, a la derecha, una casa deshabitada junto a la carretera. Bajo para ver qué posibilidades tiene, ya que si la parte de atrás está protegida podría vivaquear recogido en el suelo de cemento, pegado a la pared. La maleza no lo permite, así que me introduzco en el terreno inculto, donde planto la tienda bajo un árbol. Es hora de descansar.

FICHA TÉCNICA:
FECHA DE REALIZACIÓN: 16 de octubre de 2016.
RECORRIDO: Fuente Segura-Pontón Alto-Pontones-Cortijo Masegoso-Charco del Humo-Cueva del Agua-Huelga Utrera-La Toba.
DISTANCIA TOTAL: 25 kms. (aproximadamente).
TIEMPO: 8 horas.
DESNIVEL: ---
DIFICULTAD: Baja.
DE INTERÉS: Todo. Lo único que desentona es el último tramo, al ir por carretera.
MÁS INFORMACIÓN: 'Excursiones por el río Segura y sus afluentes. Primera parte'. Ortiz Martínez, Ángel; Giménez Martínez, Lázaro (Ed. Natursport, 2000); 'La gran ruta del río Segura'. Tárraga Poveda, José (Coleccionable por fascículos con La Opinión, 2007).